Un libro básico, elemental, cotidiano y universal. Un paseo por la mente espacial y las cosas de andar por casa. Aunque podría estar perfectamente equivocado, y sólo se trate de unas palabras más o de unos versos que podrían estar de menos. Cada lector, o lectora, tendrá su opinión. La mía sólo es otra. Tal vez, algo más cercana.
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Respecto a tu librito frágil pues te diré que me ha resultado ameno de leer, es como una parodia de la vida, trágica, cómica, sencilla, irrelevante y de capital importancia.
ResponderEliminarMe gusta como juegas con las polaridades, a ratos en apariencia antagónicas, tan simples y a la vez tan cruciales para la existencia que se disuelven en un instante en una misma cosa, distintas pero iguales, una misma cosa.
En sus pasajes dejas traslucir tu sabor del dharma, en forma de haikus en una concanetación de hechos, sucesos, fenómenos, realidades, sentires inherentes a todo ser.
Hay algunos que me gustaron mucho como por ejemplo el que dice:
"Tras la tormenta
los granos de arena
vuelven al desierto"
que me parece precioso.
También este otro:
"¿El lugar sin límites
el sueño eterno
el despertar soñado"
También me gustó mucho el fragmento del sístole y diástole de los latidos del corazón y el que alude a los sentidos, la mirada, la escucha, los olores, el tacto, el sabor... entre otros. Curiosamente no se han numerado las páginas.
Una última cosa cuando hablas de la búsqueda y llegas a la conclusión de que nada depende de uno, salvo una pequeña parcela yo pienso que si esa pequeña parcela es elegir la dirección de vida que queremos entonces es maravilloso.
En fin José, que me pareció de fácil lectura, fresca, poética y que por momentos se escapa porque la subjetividad del escritor difícilmente puede captarla el lector en su totalidad.
Que te siga yendo bonito!
Sergio Martínez
muchas gracias Sergio
ResponderEliminarveo que te has interesado en el libro...
la no numeración de las páginas es a propósito
y que a veces se escape el sentido entre el texto es la cuestión: agua entre los dedos parece ser
esta existencia:
frágiles evidencias...
un abrazo